Léa recibió al primer toro de su lote con decisión, consiguiendo pararlo al momento. Dejó un rejón de castigo y cambió al tercio de bandrillas, donde logra lucirse y los tendidos le premian la labor ovacionando su faena. La transmisión continuó en banderillas cortas, hilando su composición con los aficionados. A pesar de colocar el rejón de muerte, tuvo que tirar de descabello para derrotar a su oponente, lo que le impidió cortar algún trofeo, aunque su labor en el ruedo fue reconocida con una ovación.
Esto le hizo salir con mucha predisposición en el quinto toro de la tarde, al que volvió a colocar un solo rejón de castigo con la intención de tener un rival con fuerza para endulzar la tarde. Consigue volver a meter a los tendidos en su faena colocando un tercio de banderillas en lo alto y continúa poniendo dos cortas con las que esucha la continua ovación del público. Entonada y entregada, la rejoneadora francesa quiso estar a la altura y luchar la puerta grande. Con un rejón de muerte logró echar al astado a tierra y consiguió cortar una oreja.
El descabello en su primer toro le cierra la puerta grande a una Léa que se entregó en todo momento y llegó a dejar estelas en su faena de auténtica torería.