Salía por la puerta de toriles el segundo de la tarde con el hierro de Benítez Cubero, un toro que se acabó desplomando y no permitió lucirse a la rejoneadora francesa. Comenzó montando a “Cleopatra”, pero el toro “Lechuzo” no era Marco Antonio, y la amazona gala le colocó tres rejones de castigo que luego acusaría el de Benítez Cubero, con protestas del público. Fue una faena compleja dado el nulo juego del toro, pero Léa sacó raza para intentar alzar el vuelo de su adversario. Con «Bético» buscó esa colaboración de su oponente que no terminaba de llegar. La faena remontó cabalgando con “Jazmín”, arriesgando en las cortas. Finalmente, “Lechuzo” se terminó de rajar y costó un poco finiquitar su labor, saludando desde el tercio.
Con el quinto mejoró Léa Vicens su actuación recibiendo a “Ilustrado” con sones de rejón de castigo a lomos de “Guitarra”, colocando dos y banderola al viento. Arriesgó con “Diluvio” en banderillas, colocando tres farpas de frente y al quiebro, muy aplaudidas. Se lució también con las cortas, haciendo casi la noria ante el parado ejemplar, y el rejón hizo mella tardía, de ahí que intentase colocar otro, pero “Ilustrado” se acostó y ello propició que el público sacase los pañuelos y Léa Vicens se ganase una oreja con la que dio la vuelta al ruedo, con un gallo (signo francés) sumado a la fiesta.
La rejoneadora francesa gustó con su elegante monta y su buena doma en sus dos toros, pero el uso de los aceros en su primer astado no le permitió salir por la Puerta Grande en la última tarde de la Feria de Cuenca.