Otro fondo sacó el segundo, fijo desde sus salida en «Guitarra», la jaca con la que Léa Vicens paró al toro con suavidad y temple. Un rejón de castigo bastó para dejar al toro ahormado para la faena. Su equitación sobre «Diluvio» fue exquisita, tanto en los galpones de costado como en las entradas dando el pecho. Dos banderillas batiendo a pitón contrario cayeron arriba mientras que en las otras faltó un poco de ajuste en el embroque y los palos cayeron desprendidos. Más espectacularidad de cercanía alcanzó sobre «Deseado», con el que clavó más reunido las cortas. El efectivo rejón de muerte provocó la pañolada que no fue atendida por el palco.

Emocionante resultó el saludo al quinto con «Cleopatra», con la que se fue a la puerta de chiqueros para enganchar desde allí una trepidante carrera que duró casi dos vueltas al ruedo a fondo, cercana y templada, que iba subiendo con fuerza al tendido mientras más se prolongaba. Sin embargo, aunque el toro tuvo mejor intención, poco a poco se fue apagando también y se quiso aquerenciar cerca a las tablas. Léa, más centrada y precisa, lidió bien a lomos de «Aladín», jugando con las querencia y los terrenos para ayudar al toro, que cada vez fue perdiendo gas. Con el elástico «Bético» enganchó dos galopes de costado ceñidos y templados, pero serían las últimas embestidas largas del toro, que recortó notablemente su recorrido. La pena fue que Léa tuvo un par de entradas en falso pudieron ser el único borrón de su buena labor, porque entendió perfectamente al toro y le dio siempre la lidia que necesitaba, potenciando la virtud de su noble fijeza. El rejón cayó arriba y la oreja no se hizo esperar.

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Lea Vicens recibe al primero de su lote con «Guitarra», dejando un rejón de castigo. Con «Diluvio» puso banderillas con elegancia típica de tal caballo. Remató con buenas banderillas cortas y un rejón trasero. Ovación tras petición.

Lea Vicens salió a por todas y recibió al de Bohórquez a porta gayola con «Cleopatra», yegua con la que dio varias vueltas al ruedo llevándolo cosido a la cola por el buen tranco de su oponente, puso un buen y colocado rejón de castigo. Con «Aladín» puso buenas banderillas de arriba hacia abajo aunque de desigual colocación. Lo mejor de su faena vino a lomos de «Bético» con quien puso una impactante banderilla en tablas y al violín que hizo vibrar a los tendidos. Puso cortas con «Fermín». Con el rejón de muerte dejó otro rejón trasero a lomos de «Espontáneo». Oreja.

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Una oreja paseó Lea Vicens con el imponente quinto, al que recibió de forma vibrante en la puerta de chiqueros. Pura emoción. Tuvo la virtud de llegar al tendido el astado, al que la rejoneadora imprimió garra en los cites. No se dejó ganar la pelea y tras un rejón de muerte, paseó el trofeo. Con un primero, destacó en un galope de costado, con la embestida cosida al estribo. Con ‘Bético’ en el quinto y ‘Diluvio’ en el segundo volvió a dejar Vicens sus momentos más destacados.

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Lea Vicens recortó a su primero, templando delicadamente con círculos pequeños, para fijarlo y clavar el rejón. Con Diluvio galopó de costado y entró al embroque, citando a pitón contrario en banderillas, que no quedaron todo lo reunidas que quiso pero  remontó con la emoción que provocó al clavar banderillas cortas. Mató de rejón de muerte bajo. Ovación.

En su segundo fue a por todas, esperó la salida en la puerta de toriles y comenzó una vibrante y larga galopada con el toro cerca de la grupa, para terminar situándolo en el centro y dejar el rejón de castigo. El serio y noble ejemplar pronto se vino a menos. Con Aladin lo sacó de tablas y con Bético tuvo un intento fallido de clavar al violín consiguiéndolo a la segunda. Colocó un fulminante rejón de muerte. Oreja.

Toros en el mundo

 

El segundo, “Pastelero” salió con muchos pies de salida, pero Lea Vicens, desde el inicio con el rejón de castigo, conectó con el respetable y a partir de ahí, elaboró una faena muy meritoria, pues el toro en banderillas se apagó rápidamente, y ella tuvo que buscar al toro que casi estaba metido en tablas. Practicamente, la rejoneadora lo tuvo que hacer todo a lomos del caballo ‘Diluvio’. Puso cuatro rosas, provocando la embestida del toro de Fermín Bohórquez, donde terminó de calentar al respetable. Rejón de muerte trasero y ovación tras petición.

El quinto, “Numerario” sí protagonizó una salida espectacular aparte de salir encampanado. Lea Vicens, le supo templar la embestida antes de clavar el rejón de castigo y eso ya calentó al respetable. La conexión de la rejoneadora con el respetable, es más que evidente. En banderillas con el caballo ‘Aladín’, expuso ante un toro que estaba engallado. Este quinto, un tío alto de cruz y con plaza, que nunca bajó la cara. Pero que tendrá la nimeña, que parece que haya un hilo conductor entre ella y el público. Una banderilla al violín, fue el punto de inflexión para mantener la llama viva y hacer que la faena cogiese más vuelo, para posteriormente clavar de frente dando el pecho del caballo en una batida. Con el caballo ‘Fermín’, puso dos cortas para abrochar la faena, pero el toro ya se vino abajo. Rejón de muerte algo trasero. Oreja.

La Tierra del Toro

 

Mucha emoción y transmisión tuvo el segundo del lote de Lea Vicens, que se fue a recibirlo a chiqueros. Saltó al ruedo el toro como un ciclón y Lea lo templó y paró con la plaza en pie. Brilló montando a ‘Bético’ y dejó el rejón de muerte entero para pasear una oreja pedida con mucha fuerza. Antes, con el primero de su lote, había saludado ovación.

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