‘Una matinal en la que destacó el toreo elegante de Léa Vicens por encima del resultado’
Léa Vicens paseó la única oreja de la mañana al cuarto, otro toro noble y que tuvo virtudes de la ganadería de Ángel Sánchez y Sánchez. Con él, la rejoneadora volvió a cuajar otra faena de altos vuelos, que calentó al público de Montoro.
El segundo toro tuvo mejor tranco. Lo recibió Léa Vicens con la yegua Guitarra, con la que clavó un único rejón de castigo. Luego se lució con Bético dejando banderillas y llevando la embestida bien cosida a la grupa; mientras que con Diamante, uno de los caballos más nuevos de su cuadra, y Deseado supo mantener en todo momento la conexión con el público con adornos y exhibiciones de doma. Sin embargo, el rejón de muerte no quiso entrar montando a un valiente Espontáneo.
En un palmo de terreno, con temple y torería, paró Léa Vicens al cuarto montando a Bach. Se cambió el tercio tras un rejón de castigo y puso banderillas sobre Diluvio yendo de frente y clavando arriba. Repitió con Bético, clavando esta vez una banderilla al violín, y remató después con Jazmín poniendo cortas y adornándose entre las palmas del público. Enterró el rejón de muerte con Espontáneo y fue premiada con un importante trofeo.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 25 de octubre de 2020.
Montoro (Córdoba),
Gira de Reconstrucción. Corrida de rejones matinal.
Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez. Bien presentados y de buen juego salvo el primero, más complicado.
Leonardo Hernández, Silencio tras dos avisos y Ovación con saludos tras aviso.
Léa Vicens, Silencio y Oreja.
Entrada: Tres cuartos del aforo permitido cubiertos.
Incidencias: Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Covid-19 y, a continuación, sonó el Himno Nacional.
Foto: Vía Cultoro