Supo a poco, pero también a justicia, la vuelta al ruedo con la que Léa Vicens saldó su paso por la feria de Abril de Sevilla, en una mañana desapacible a consecuencia de una intermitente y desagradable lluvia que a punto estuvo de cargarse el piso de la plaza. No obstante, ese hándicap no minó la seguridad de una amazona que cada día se ve más puesta en todos los aspectos de la lidia, porque en eso fue que tuvo que centrar su actuación, ya que el lucimiento se vio limitado por el poco celo de un toro que tuvo un comienzo impetuoso, pero que se diluyó hasta perder por completo el recorrido y la alegría.

Por eso el inicio con «Bach» tuvo más intensidad. La manera como paro al toro, con esos giros en corto apoyándose en los cuartos traseros, para después citar con la voz y centrar la atención del de Benítez Cubero con dos rejones perfectos de ejecución y colocación, a pesar de fallar en un primer intento, fue espectacular. Después, cada que cambiaba de montura, Léa demostró que tiene a su cuadra muy en la mano, caballos muy puestos y muy toreros, que obedecen y facilitan la labor de la rejoneadora. Por eso siempre encontró el terreno y la distancia adecuada para los templados quiebros y cubrió con la elegancia de un Piaffe los momentos en los que el toro se desentendió de «Gacela» y su jinete. Cuando salió a escena «Bético», Vicens se encontró a un toro ya sin celo, por lo que toda la expresión la tuvo que poner el binomio. Así, preparó muy bien las suertes, entró en el terreno del toro haciendo paso español, batió a pitón contrario y después señaló bien al violín, aunque esta vez faltó martillar porque el toro se quedó parado a mitad de la embestida. Por eso acertó en sacar a «Desafío», con el que llegó más a la cara de un toro parado y clavó muy bien, al estribo, en dos oportunidades, para después vestir el momento con unas levadas muy aplaudidas, poniendo la emoción que al toro le hizo falta. La pena fue que no mató a la primera, pues las dos banderillas cortas con «Espontáneo» subieron la temperatura del tendido y el rejonazo, al tercer intento, fue fulminante. No obstante, la vuelta al ruedo fue de ley, porque fue el reconocimiento de un público entendido a una lidia sobria y soberbia, siempre a favor del toro y sin estridencias.
Otros caballos desplazados: «Guitarra» y «Jazmín».

SEVILLA – FERIA DE ABRIL
Domingo 26 de abril. Matinal. Media plaza en mañana con intervalos de lluvia.
4 TOROS DE BENÍTEZ CUBERO Y 2 DE PALLARÉS (2° y 5°). Todos de correcta presencia y hechuras, y de comportamiento noble en general.
Fermín Bohórquez: Oreja.
João Moura hijo: Vuelta.