Fue el cuarto un toro muy bravo con mucha clase que aprovechó Lea Vicens en una faena de altos vuelos. Muy ajustada y luciendo su cuadra de una manera colosal, la rejoneadora francesa puso mucha emoción a la tarde con suertes muy lucidas en toda la faena. No fue certero el rejón de muerte que emborronó el resultado final. Ovación.
El octavo fue un animal un toro reservón que siempre anduvo pegado a tablas pero que presentaba mucho peligro porque se guardaba las embestidas. Tuvo que ajustar mucho Lea Vicens que puso pares de banderillas con mucho mérito. Todo tuvo que hacerlo ella citándolo en círculo para conseguir terminar la faena. Pinchazo hondo. Se atascó con el verduguillo. Ovación tras dos avisos.
Mundotoro
Léa Vicens cuajó una gran actuación ante el repetir y encastado cuarto. La rejoneadora gala construyó una faena elegante y templada dejando los palos en todo lo alto. El triunfo estaba asegurado pero el rejón final -se atasco- le privó el éxito.
Tampoco valió el octavo, un animal del hierro gaditano que nunca quiso ir hacia adelante. La rejoneadora francesa intentó sacárselo de las tablas, pero el toro no quería ni ver el tercio. Porfió. Lea en una faena que no pudo tomar vuelo debido a la falta de continuidad de un animal muy apagado. Faena meritoria aunque sin brillo que acabó diluyéndose pese a la porfía de Léa. Tras sonar dos avisos, recibió una ovación.
Burladero
El cuarto de la tarde, un gran toro en su conjunto por bravura y clase. A este ejemplar Léa Vicens lo toreó con precisión y elegancia. Firmó una faena de muchos enteros donde el ajuste y el temple fueron sus potenciales. Léa se sintió con una cuadra impecable y con todo tipo de suerte. Emoción y frescura ante uno que duró hasta el final y tan sólo los inoportunos pinchazos le robaron la más que probable puerta grande. Gran ovación.