Léa abrió la tarde recibiendo a Miliciano, un novillo de Castillejo de Huebra de buenas hechuras y fijeza, aunque el astado fue a menos y se apagó muy pronto. No se lo puso fácil a la rejoneadora, forzando la faena en tablas. Léa tuvo que trabajarse la lidia, sacando al animal a los medios en el tercio de banderillas; tercio en el que destacó con su actuación, conectando con los tendidos. Dos banderillas cortas y tercio de muerte en el que la fortuna no estuvo de su lado. Tuvo que tirar de descabello para dar muerte a su oponente. Los tendidos reconocieron el empeño y la entrega de la rejoneadora, que recogió la ovación de los aficionados.