Lea Vicens puso todo lo que le faltaba al tercer toro de Fermín Bohóquez para llegar a los tendidos, que valoraron con agradecimiento la labor de la rejoneadora gala. Remató su actuación dos banderillas cortas y un rejón de muerte efectivo. Oreja.
A la puerta de chiqueros se fue Lea Vicens para recibir al sexto. Un toro de Fermín Bohórquez noble, pero que se vino a menos y con el que la rejoneadora lusa destacó a lomos de los dos caballos estrellas de su cuadra: ‘Bético’ y ‘Diluvio’. Tras un rejón de muerte al primer intentó, cortó una oreja que sumada a la de su primero permitió la salida en hombros.
Mundotoro
Lea Vicens dejó una faena de elegancia al tercero, al que le cortó una oreja. Fue un animal al que fue haciendo poco a poco la rejoneadora, dejando instantes clásicos y pares de mérito que llegaron arriba. La rueda final de cortas y el rejonazo entero pusieron en sus manos el premio.
Lea Vicens apostó todo en la salida del sexto, al que le paseó otra oreja y destacó a lomos de nombres propios de su cuadra como Diluvio. Dejó momentos de emoción, pares de calado, quiebros de importancia… y un rejón efectivo. Nuevo premio y puerta grande.
Cultoro
Lea Vicens se las vio con un tercer toro que fue muy parado y con el que anduvo notable con los rejones de castigo, dejando luego tres buenos pares montando a Aladín. A la hora de matar dejó medio rejón que fue suficiente, sirviendo todo ello para conseguir un apéndice.
Lea Vicens se fue a terrenos de toriles para recibir al que cerró plaza. Con Bético, en banderillas, la amazona gala demostró grandes dotes de mando y temple. Con Diluvio llegó y salió con facilidad de la cara del toro, clavando banderillas con acierto. A la hora de matar dejó más de medio rejón que fue suficiente.
Burladero
Lea Vicens se esforzó y puso todo de su parte para imponerse a dos toros parados. Su toreo de fino estilo acabó gustando a la parroquia y tras una oreja de cada toro acabó abriendo la puerta grande.
Con la yegua Guitarra paró Lea Vicens al tercero de la tarde. Muy parado ya de salida, puso en algún apuro a la rejoneadora que solventó muy bien con la yegua, que sacó todo su poder. La francesa puso la emoción que le faltó al toro, muy a menos, con recursos de cara a un público que le arropó en todo momento. Mató de un rejonazo trasero y paseó una oreja.
En la misma puerta de chiqueros saludó Lea Vicens al que cerraba plaza. Por Bético, uno de sus clásicos de la cuadra, no pasan los años y así lo demostró a la hora de encelar al animal con la grupa. Tampoco para Diluvio pasa el tiempo, con el que se gustó y llegó a ajustarse más con el toro. Se aplomó el de Bohórquez y le costó a Lea dejar dos rosas con el tordo Fermín. Mató de rejonazo trasero y tras fuerte petición, se le concedió una oreja, que le valió para salir a hombros con Diego Ventura.
Aplausos
Lea Vicens dejó dos rejones de castigo. El murube tuvo viveza y apretaba a tablas. No fue enemigo fácil el de Fermín, que exigió lo suyo: más lidia que florituras. Al capote, sin embargo, embistió de dulce. Ese son, ese ritmo… Conforme se fue aplomando el toro se vino arriba Lea con adornos. El toro estaba muerto antes del embroque ante el rejón de muerte. Oreja.
A porta gayola se fue Lea en el sexto capítulo. La amazona gala lo paró y lo templó a dos pistas de forma muy torera a lomos de Bético. Con Diluvio bajaron los decibelios de los aplausos. El toro tuvo buen ritmo y persiguió con nobleza las monturas. Con el bohórquez ya aplomado y a lomos de Fermín estuvo más imprecisa en los embroques.
COPE
Parado y distraído salió el primero de Lea Vicens. Condiciones que la obligaron a un mayor esfuerzo. La seria, entonada y medida labor, con una correctísima ejecución y colocación de banderillas, se emborronó algo con una segunda corta puesta en la paletilla. Bastó medio rejón trasero. Hasta la misma puerta se fue para recibir al último, teniendo nula repercusión. También se le dejó a este uno solo de castigo, lo que le sirvió a la francesa poder encelarlo y llevarlo toreado durante varios momentos. Sin precipitarse fue poniendo las banderillas bien colocadas y reunidas. Medio rejón de muerte trasero para cortar que le certificaba la Puerta Grande.
Desde El Callejón