Buena condición marcó el segundo, con el hierro de Carmen Lorenzo de salida. Galopó con tranco y Lea Vicens lo recibió de manera muy vistosa hasta que el astado, después del primer rejón de castigo, rematara en el burladero y se matara al descordarse. En su lugar, salió el sobrero. El toro de El Capea tuvo también buena condición y una bravura que transmitió mucho a los tendidos. Cayó de pie Lea Vicens en Pamplona con un público que jaleó, descubrió y vibró con el toreo de la rejoneadora gala que lució a gran nivel. Bien descrita la faena, supo entender la personalidad de la plaza para no romper nunca la conexión con los tendidos. Sin embargo, el fallo con el acero le impidió pasear algún trofeo. Vuelta al ruedo.

A la puerta de toriles se fue Lea Vicens para recibir al quinto, otro buen toro, esta vez con el hierro de El Capea, que tuvo buen juego y muchas opciones. Bajo los acordes de ‘Tres veces guapa’, los tendidos dePamplona volvieron a conectar con Lea Vicens en una faena que fue a más después de dos primeras banderillas desafortunadas. Volvió la rejoneadora gala a dominar el escenario, dejando banderillas de buena ejecución, pero, de nuevo, el fallo con el rejón de muerte -un pinchazo hondo que necesitó el uso del verduguillo- impidió el triunfo. Ovación.

Mundotoro

Lea Vicens firmó un debut histórico en Pamplona al convertirse en la primera mujer rejoneadora en actuar en el ruedo sanferminero. En una tarde de lleno absoluto y emociones intensas, dejó una imagen de raza y entrega. Su actuación, valiente y decidida, conectó con fuerza con los tendidos. Así hemos narrado sus dos obras:

Tras la inutilización del segundo toro de Carmen Lorenzo, que se estrelló contra un burladero y murió en la arena, salió al ruedo el primero bis, un sobrero al que Lea Vicens colocó un rejón de castigo en buen sitio. El animal permitió el lucimiento de la rejoneadora gala, que toreó con temple a lomos de caballos como Bético, destacando en las suertes a la grupa y de costado. La faena tuvo momentos de intensidad, con quiebros valientes, pares clásicos y siempre citando de frente. Cerró con una rueda de cortas que caló hondo en los tendidos. Aunque no estuvo acertada con el rejón final, logrando la suerte a la tercera entrada, la importancia de su actuación quedó reconocida con una vuelta al ruedo, premio al fondo y la forma de una obra de notable peso artístico.

Lea Vicens, ante el quinto de El Capea, se enfrentó a un toro con buen son, al que colocó un rejón de castigo en buen sitio. En banderillas, firmó una faena de entrega con momentos de calado que llegaron a los tendidos. La lástima fue el mal uso del rejón final, viéndose obligada a recurrir al descabello. Aun así, fue ovacionada en reconocimiento a su esfuerzo.

Cultoro

Lea Vicens dejó dos faenas de conexión con el tendido, aunque se topó con el mal uso del rejón de muerte. En su primero, un sobrero de El Capea, firmó una actuación de nivel que no pudo redondear con la espada, lo que la dejó en vuelta al ruedo. En el quinto, tras un arranque con errores, supo reconducir la faena con temple y buena ejecución en las banderillas, pero de nuevo el fallo con el rejón de muerte la privó del triunfo, siendo finalmente ovacionada.

Burladero

Lea Vicens pierde con el rejón de muerte la oreja del segundo

En el segundo, a lomos de Guitarra colocó un rejón de castigo bien medido a un toro que salió crudo, pero con buen son. Con Bético, el rejoneador clavó tres banderillas a dos pistas, llevando al toro pegado al estribo con ajuste y temple. Mostró gran doma y recursos, y se dejó llegar mucho al toro, conectando con fuerza con el tendido. La faena creció en intensidad, adornada con alardes de valor y entrega. Tras las banderillas cortas, sacó a un espontáneo al ruedo, rompiendo el ritmo antes de entrar a matar. Ejecutó un buen rejón de muerte, pero el toro tardó en caer, lo que enfrió la petición de oreja. Pese a ello, la faena mantuvo un nivel alto y fue premiada con una vuelta al ruedo.

Lea porfía con el descastado quinto

En el quinto, Lea Vicens. se topó con el toro de menos opciones del encierro, el más deslucido de la tarde. A pesar de ello, lo intentó por todos los medios, dejando dos rejones medidos con Cleopatra. Toreó en redondo, dejándose llegar al astado e intentando meterlo en el canasto, pero el animal nunca terminó de entregarse. La falta de transmisión y clase del toro condicionó la faena, que además se vio empañada por un mal uso del rejón de muerte. Fue ovacionado con palmas tras el esfuerzo.

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